Vaya por delante que disfruto leyendo novela negra, pero nunca novelas eróticas o románticas. Aún así, la sinopsis de «Verte Sangrar» me resultó interesante, de modo que quise salir, ni que fuera por una sola vez, de mi zona de confort. Debo admitir que la experiencia ha sido buena.
El foco de la novela se centra en las figuras de dos mujeres. Julia lleva una vida aparentemente sencilla. Trabaja en una inmobiliaria y convive con su pareja, el sensible y soñador Martín. En alguna otra parte de la ciudad vive Laura. Madre soltera enamorada de su hija y eternamente decepcionada por la inmadurez de su expareja, que la ha llevado a hacer de su existencia una carrera de fondo por la supervivencia.
A partir de ese contexto, me veo obligada a callarme. Qué tiene que ver Julia con Laura, por ejemplo, o cuál es el drama en el que se verá arrastrada Julia es información bajo secreto de sumario. Punto y final.

Lo que más me gusta de esta novela es la complejidad de su trama y las transiciones entre las perspectivas de los tres personajes-narrador: Julia, Laura y Martín. Tanto es así que me es prácticamente imposible introducir detalles del argumento sin desvelar elementos sospechosos y, por tanto, relevantes para el desarrollo del mismo. Es, por tanto, una historia para dejarse sorprender.
No hay que pensar. No hay que juzgar antes de tiempo. No hay que asumir nada de lo que los antecedentes intenten decirnos, porque es probable que erremos estrepitosamente. «Verte Sangrar» te susurra -porque es una novela inquietante y expectante de fondo- que te dejes llevar por lo que la autora cuenta a través de sus personajes. Es un libro para viajar, no para timonear.
El lector que se acerque a esta historia saboreará un estilo muy cuidado, rico en contrastes. La pluma de la autora es directa, pero sugerente; sencilla, pero profunda; minuciosa, pero impoluta. Por otra parte, reconozco que los pasajes más apasionados son los que menos me han interesado. Sin embargo, y me remito al comentario expuesto en el primer párrafo, no me gusta ni la novela erótica ni la romántica, de modo que aquellos lectores que sí aman el thriller con tintes tórridos van a encontrar en «Verte Sangrar», de Verónica Sevilla, una lectura muy amena.